domingo, 26 de julio de 2009

Siempre queda el desdecir

He escrito que mi corazón es de rústico asbesto, que se parece a las jaulas que encierran a sus presos sin permitirles que vean siquiera la sombra del barrote, que está lleno de piedritas de mar movidas por las olas. También he escrito que tengo el corazón palpitando en una caja viva, he dicho que es como un globo de helio elevado por los sueños, que tiene en las arterias corceles vigorosos que van erectos por la vida. Sé que he escrito que una cosa que es, es al mismo tiempo su opuesto, su antídoto o su veneno. Sé que el camino lo he desandado al igual que he bajado lo ascendido ¿Has captado qué la lógica con que destazan tus muelas no es la misma lógica con que destazan tus dientes? Así como me digo, me desdigo. Como voy vengo y como vivo muero. La existencia es fecunda en antítesis y en contradicciones. Los opuestos son compadres y la fiesta y la algarabía están en el cementerio. Y en la cama, las tristezas buscan con dulzura el esperma de la vida para ser preñadas de alegría.

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