martes, 28 de enero de 2014
Mano dura
Como la mano derecha que ignora los contactos de la izquierda así van mi alma y mi corazón. Por un lado está la nostalgia por la eternidad que persiste con raíces, por otro lado van los sentires de la vida.
lunes, 27 de enero de 2014
Con otro nombre
domingo, 26 de enero de 2014
Cabeza de tulipán
sábado, 25 de enero de 2014
El apetito diferenciado
Vuelvo al manantial donde he bebido, me cobijo con las sábanas donde he amado, imprimo la huella del sendero andado. Recorrer los mismos caminos y llegar a diferentes sitios es asunto de un explorador. La cotidianidad no mata la sorpresa. Es la insensibilidad de la piel interna del corazón lo que hace que las cosas aburran, se vean igual y ya no llenen. Mis manos vuelven a las piernas que han sentido, a la mirada que mis ojos han tocado, al sonido de la voz que me ha amado, y que como un eco se ha producido intensificando su candor. ¿Has estado en el sitio donde la vida se repite sin ser la misma cada vez? Es como el hambre que llega cada día a antojar tu boca, a seducir tus apetitos, o hasta a volver loca a tu gula. Es la misma hambre la que te invita, la que te empuja a saciarla, la que te obliga. Y en el acto de hacerlo está la magia de sentirlo nuevo, diferente y lleno del sentido de trascendencia que te da saberlo. ¿Has hecho diferente lo que se te presenta igual cada día?
viernes, 24 de enero de 2014
Escarificaciones que arden
¿Sabías que desde
las sombras también es posible generar luz? ¿Has hurgado en tus recuerdos
investigando tu infancia y has entendido la razón de tu locura, el fundamento
de lo que haces, el origen de tus parafilias? Primero hay que mirar dentro y
luego preguntarse por qué está ahí. En cada persona hay sentimientos carniceros
que suben y bajan por la conciencia. Hay conductas clandestinas que operan con
códigos de silencio, y hay formas de ser que se rigen a la luz del día y que en
la voz llevan cuchillos. En el alma hay,
entre hiedras y plantas carnívoras: doctores bondadosos que recetan
ansiolíticos a gente que no cree en Dios, criminales con título universitario que
se llevan de a cuartos con el señor Hyde, hermanos de la caridad de blancos
dientes ensangrentados, filántropos que ayudan al prójimo a cortarse la pierna
para que no se cansen buscando su destino, vagabundos de la moda y locos del
confort, encadenados a Cristos agonizantes
que ofrecen cruces a los transeúntes, maestros con manuales e instructivos de
los mandamientos de Dios para aleccionar herejes. Todo esto y más se lleva
dentro. Monta un circo, cobra un peso, quita la cortina y muéstrales a todos la
jaula donde encierras tus violencias, las rosas que crecen frescas en el borde
del corazón, los vidrios que se han roto cuando se rompió tu alma, lo colmado de
tus sueños y los vacíos en tus venas, las escarificaciones que aún arden, el
llanto de la alegría, un monstruo sonriente alelado ante un caramelo. ¿Ya te
has cansado de mirar escaparates en las tiendas de lujo? ¿Te atreves a mirar lo
que llevas dentro?
jueves, 23 de enero de 2014
Lo que otros no ven
La luz que soy capaz de emitir desde mis sombras, y lo que veo y lo que sé. La guerra en pie de la vida contra la eterna paz de la muerte. Mis ojos de ciego mirando lo que otros no ven. Los sentidos abiertos para no tocar lo prohibido, para insistir en lo ya andado, para aspirar a subir escaleras. ¿Has visto lo que otros no? ¿Al cristo que salva o al que crucifica? ¿A la voz que es de terciopelo o a la que funde timpano, yunque y martillo? ¿A la esperanza que te mueve o a la que te reduce a cenizas? ¿A los días largos que se quedan quietos o a los que avanzan con la suavidad en sus engranes? ¿Has visto lo que otros no ven? ¿El liguero y las medias de la dulzura cuando tu mano asciende suavemente? ¿La vida en la mirada de quien amas? ¿La decepción en el corazón del suicida, el motivo del corredor de sueños, los ojos claros de quien pregunta tu nombre suponiéndote, tres orgasmos simultáneos en uno? Ver más allá no es ver mejor, simplemente es ver lo que otros no ven.
miércoles, 22 de enero de 2014
Una risa sin cadenas
¿Saboreas los días
que en la actualidad maduran bajo el calor del corazón? ¿Los sucesos se alinean
para alargarte la sonrisa? ¿Has visto el jaque mate en el tablero donde juegas
a vivir? Es tan poco lo que ocupa el ser humano para dejarse flotar en mar
abierto, tan frágil la cuerda que ata la barca al puerto, tan serena la mirada
cuando ve al horizonte. Muchas veces sólo se ocupa estar, darle cuerda al
silencio, hacer una sonata de sentimientos y recuerdos. Otras veces sólo basta
con mantenerse en la mirada de alguien, en el recuerdo de alguien. Pero siempre será necesario acompañarse a todo
sitio con uno mismo. Jalar con los huesos y la carne de un corazón despierto.
Por hoy deja que el sol toque tu espalda, que las alas que te crecen no tengan
cadenas. Por hoy siente la longitud que tiene tu sonrisa cuando sabes que reír
es permitido.
martes, 21 de enero de 2014
Derrumbarse por dentro
lunes, 20 de enero de 2014
Guerra en compañía
Sentimientos importantes
en la vida hay muchos. La nostalgia ante las cosas que no se tienen o que se
tuvieron, nostalgia ante los seres que se fueron o que se distanciaron,
nostalgia por lo que se perdió o por lo que se dejó de ganar. La soledad con uno mismo para encontrarse en
la profundidad de lo que se es o para perderse en la superficialidad de una
identidad rota, soledad para sobrevivir sin devorarse a sí mismo o para
perderse alimentándose de los demás. El amor como vínculo complementario de la
necesidad que tienen los opuestos de inventar el todo o para reiniciar la nada,
amor que mana de la eterna guerra en compañía y que no surge de la impecable
paz con uno mismo. La felicidad sorpresiva y corta como un orgasmo de tristeza.
El deseo que se renueva, robustece y muere, todo para volver a nacer más fuerte
y para volver a morir sin remedio, y así, sin tregua, nuevamente y en
ascendente espiral infinita. ¿Te has
cobijado un rato con la manta del odio, de la envidia, de la venganza? ¿Te has
mantenido caliente bajo su cobijo o has renunciado a ello escarchando tu cuerpo
desnudo?
domingo, 19 de enero de 2014
¿Quién sabrá ver lo que digo?
La poca gente que
entra a este subterfugio literario teniendo una pequeña noción de quién soy y
me lee entenderá el sentido de mi escritura. Los que no me conocen y me leen
escaparán de aquí después de leer tres líneas. Aquí juego a ser el tipo rudo,
el de los pensamientos duros, el que tira sus netas para conquistar mundos. En
este espacio me entretengo soltando la rabia, lanzando pasos desde el
precipicio, suponiendo encuentros con verdades que desconozco y que de pronto
se aparecen en medio de mi escritura automática. Mis letras son de ceniza
porque se levantan de lo que queda después de todo lo que las pasiones han
quemado desde dentro. Escribo con los dedos enlodados del corazón sobre lo que
cargo, y digo lo que me sale atravesando las puertas que están encadenadas y
con triple cerradura. Escribo con el polvo que se levanta al atreverse a dar un
paso, al echar la carrera hacia los brazos de un proyecto, al levantar el vuelo
desde tierra. Escribo con agua de las lluvias de temporada para dejar recuerdos
con rastros de humedad. No escribo con lágrimas de tristeza ya que prefiero
hacerlo llorando de alegría ante esas cosas que me entusiasman con pasiones. En
estas letras de ceniza sólo digo lo que entiendo, pero quien entiende más sabrá
ver que digo menos de lo que escribo. ¿Te has atrevido a decirle al mundo lo
que aborreces de ti, lo que nadie sabe que has hecho, los secretos que llamas
pecados? ¿Has escrito en una hoja lo que te estorba en el alma y la has
arrojado a la basura del sanitario para olvidarte de ella?
sábado, 18 de enero de 2014
Lo que aún respira
Son tiempos de
avanzada para reencarnar proyectos, para renacer con sueños, para reiniciar el
chip. Son días de resurrecciones espirituales, días para ponerle huesos y
cartílagos al alma para que se levante y ande tirando sonrisas desde su
interior. Es tiempo de ajustar el tiempo, de darle cuerda a las manos engrasando
sus engranes, apretando tuercas a las piernas,
desempolvando un poco los sistemas y aparatos. Es momento
de poner cuidado en la flora y fauna que han enraizado en el corazón,
momento de sembrar los efímeros y pasajeros dientes de león donde la amistad se
instala. Es la hora de poner carga eléctrica de mayor voltaje al pensamiento
para repensar lo ya automático, para considerar lo que no se sabe y para suponer lo contrario a lo que todos
ven. El tiempo se come los pies de tanto
andar con pantuflas de felpa sobre el alfombrado confort. Se pierde la
capacidad de andar y deja de ser atractiva la opción de ir lejos, de correr
entre la hierba, de saber que al ir descalzo se conoce el mundo. Los días se
vuelven plácidos y eligen la pereza mientras todo pasa digitalmente en el
dinámico ojo de una pantalla. ¿Has resucitado esperanzas dándole carne y sangre
a tus ilusiones? ¿O has sepultado en vida lo que aún respira?
viernes, 17 de enero de 2014
Morder la arcilla
Cuando las verdades
no son absolutas las mentiras son necesarias para crear certezas convincentes.
Cuando se ha perdido la confianza en dogmas y doctrinas es tiempo de creer en
recetas personales, en remedios caseros de la abuela, en cuentos de princesas
que no asusten. Para vivir no hay instructivos de fábrica que sirvan, ni fórmulas de best seller del momento. No
sirven los slogans de la coca, mucho menos las mentiras de la moda, y mucho menos
lo que dicen los hombres sin sonrisa. Son mejores los necios versos del poeta, el
tropezón que bendice tu camino, la lectura de obituarios en el diario. Para
morir es mejor la noble tierra donde sepultas las heridas del pasado, es mejor
el denso cielo nacido del efecto invernadero, ahí donde los puestos de la
esquina te ofrecen maciza y muerte lenta. Palabras necias son mi cena o mi
comida porque no pretendo engordarme con mentiras que sólo están cubiertas de atractivo. ¿Has rechazado un buen bocado
por saber que es de aire o de arcilla?
jueves, 16 de enero de 2014
El alquimista gambusino
Como un gambusino enfermo de oro voy en busca de
ratos duraderos. Al parejo de la felicidad, que es algo explosivo y sorprendente,
persigo un efímero estado de lucidez que me haga saber delicias secretas con sabor a olvido. Voy buscando bajo mis zapatos los pasos que he dado en mis
andares. Me entretengo con cuentos que me cuento mientras escribo a tientas lo
que siento. Acaricio, como se acaricia
la seda de la piel deseada, un puñado de entendimientos pasajeros que me hacen
saber que hay más dudas que certezas y más
raspones que caricias. Beso, como se
pueden besar los labios óseos de la muerte, los días malos que me pesan, para
encontrar en ellos la dulzura que cualquier alquimista convierte en oro. ¿Has
sabido encontrar la fórmula para cambiar lo que no existe en algo al alcance de
la mano? ¿Has sabido encontrar bajo la piedra opaca del desierto el grano de
luz que te ilumina?
miércoles, 15 de enero de 2014
El destino artificial
Con todo el
potencial que tiene el ser humano es una tragedia que sea finito, que envejezca
hasta el deterioro o que muera. El hombre debería perdurar por siempre, ser
inmortal y eterno. Estar en un punto perfectible de excelencia. Buscar siempre
la última cima de la montaña, para llegar a ella y empezar a divisar una nueva
saliente por alcanzar. Siempre hacia adelante y hacia arriba. La eternidad
sería la medida adecuada para emprender todos los proyectos posibles agotando
cada una de sus posibilidades. Y nunca se tendría fin. Sin embargo, la vida
humana no está a la altura de la realidad. La especie del ser humano avanza
sobreviviendo a través de milenios, pero los individuos no prevalecen más allá
de algunas décadas. Es trágica la situación, pero es real. Por eso la gente
finge que vivirá por siempre, que siempre será joven, fuerte y llena de
talentos. Por eso mismo las mentiras crecen y la fantasía actúa inmisericorde
inventando paraísos artificiales donde el hombre es eterno. La religión sólo me
colmó de joven. Ahora soy descreído de vidas después de la muerte. Ahora creo
en el ciclo del carbono, en la inmediatez del tiempo y en la trascendencia
mediante la conciencia de sí mismo. ¿Has sentido decepción por saber tu
destino? ¿Lo has aceptado con valentía inventándote laberintos para
entretención personal? ¿Lo has mirado de
frente y lo has negado con la dulzura del viaje final?
martes, 14 de enero de 2014
Lamiendo las cenizas
Nadie es dos veces
la misma persona porque se cambia a cada paso y se es otro sin remedio. A veces
es cuestión de máscaras, de cicatrices, de saberes, pero sin darse cuenta se
cambia por el peso del tiempo, por los arañazos en el alma, por la infestación
de las ideas. No son sólo los años los que moldean a la persona, son los vicios
engendrados desde dentro, los pensamientos repetidos, la inmediatez con que se
vive. ¿Has comprendido cuántas células mantienes desde tu nacimiento hasta la
fecha? ¿Te has dado cuenta que se han reemplazado removiéndose una y otra vez
hasta convertirte en otro diferente a lo que fuiste? Ante esto tomo las
certezas como tales y me ahogo por ratos en cosas que no comprendo. Me confundo
lamiendo cenizas de cosas que son lo que fueron, hago planes sobre mis muertes
venideras y me oculto entre disfraces para evadir los planes que ya he hecho.
No soy dos veces la misma persona porque cada día soy otra diferente a la
anterior. Me mantengo siendo el mismo tan sólo durante la fracción de tiempo
que dura la caída de una célula de mi piel. El cambio me sobreviene
abruptamente y mis transformaciones progresivas forman el continuo de lo que
finalmente soy, seré o he sido.
lunes, 13 de enero de 2014
Lo efímero prevalace
Como el avance de
un caracol sobre la perdurable hierba de
los panteones yo ando a pie buscando mis encuentros. Encuentros con
personas, con seres, con circunstancias y cosas. Encuentros con ideas y con
conceptos. ¿Has levantado la alfombra que pisas a diario descubriendo que el
polvo que respira bajo ella es parte de
la piel que minúsculamente se te cae a diario? Busco de forma incesante,
neciamente, diletantemente lo que supongo existe como verdadero y fundamental. Me
refiero a aquello que por evidente y básico pudiera ser irrefutable. Pero todo es tan relativo que aún
la brusca caída de la guillotina decapitando una esperanza se pone a discusión
y genera diferentes verdades. Por ello, antes que todo, busco lo efímero de las cosas, lo que no prevalece,
lo que está en fuga permanente. Eso que se diluye sin freno como las partículas
de un reloj de arena midiendo el tiempo. Y aunque también, como ya dije, busco
lo perdurable y lo trascendente me atrae sin remedio y por reflejo la fluidez
de las cosas. Tal vez porque la dilución es la esencia del ser humano. Bebo de
la vida su frágil permanencia y de tanto que lo hago, su robusta ubre sufre de
mastitis crónica, aún así, persisto en mi necedad y siento al mundo pasar
vertiginosamente. De tanto ver como la piel de mármol de los días pierde
lozanía me conduzco con fascinación hojeando catálogos de cremas faciales para
untarla a las verdades que envejecen. ¿Le has puesto maquillaje a los
acontecimientos intentando disimular sus cicatrices?
domingo, 12 de enero de 2014
Ni cuervos ni engranes rotos
Ni escarcha que nuble su alma.
Ni lenguas de fuego que hieran su corazón.
Mucho menos la herida
perpetua que discrimina y anula.
Mucho menos el peso que
aplasta una esperanza naciente.
¡Contra la mujer , nada!
Ni horas necias.
Ni ramas secas.
Ni un gramo de rencor del
que marchita,
del que cansa el soñar,
del que niega el nombre
propio.
Ni un saludo torpe para
estrechar su mano,
ni la sombra,
ni la ira.
Mucho menos el olvido que
permite que todo pase sin saber.
Mucho menos el
"NO" que encarcela lo que es libre.
Para la mujer, todo.
Los besos con que nace el
mundo,
la semilla que es germen del
amor,
los brazos donde se abriga
el sueño.
Todo.
La maravilla de pincelar los
primeros meses del principio de la vida,
la facultad de amar por
voluntad y no por fuerza,
el poder de elegir el mundo
como un destino por construir.
Todo desde la mirada que
comprende la necesidad de ser comprendida,
enterada,
sabida.
Todo desde el manantial
donde la belleza inventa al ser,
donde la dibuja como diosa,
como ama de casa,
y mujer.
Desde lo común y corriente,
hasta la dignidad como
derecho.
Desde la partícula más
pequeña del universo en expansión,
hasta el inabarcable cosmos donde
se refleja.
Todo.
La posibilidad de soñar ser flor o paraíso,
gacela tornada en mariposa,
lo frágil y sencillo
convertido en fortaleza.
Su decisión de dirigir,
de navegar,
alzando su bandera en un
mundo quebradizo.
Jamás la palabra violenta contra
la mujer.
Nunca la daga que con la
barbarie corta.
Mucho menos el golpe bruto
de la indiferencia.
Mucho menos lo que crece y
arrincona en la ignorancia.
Nunca estampidas de ríos
donde la tierra es virgen,
donde la belleza se espiga
en formas turgentes .
Nunca la tormenta árida
sobre el frondoso bosque de su piel.
Y si ha habido impunidad y
bajeza contra lo tibio y femenino,
¡Ya no más hartazgos del
violador!
¡Ya no más asesinos en casa,
ni ladrones de sueños compartiendo alcoba!
Mucho menos el criminal que porta rostro de marido.
Mucho menos los hijos con
manto de tirano.
Y si el golpe artero ya se
ha dado contra la mujer,
desde hoy ni un sólo arañazo
bajo la falda,
ni un ápice de infamia que
corrompa su sonrisa.
Mucho menos la etiqueta de
"Sexo débil" donde hay temple.
Mucho menos el creer que puede
ser comprada con papel.
¡Contra la mujer , nada!
Ni engranes rotos que paren
su marcha,
que declinen su andar,
que la hagan no perdonar.
Ni cuervos devorando la fe
en su mirada.
Ni hienas mordiendo la
ilusión de ser más.
Mucho menos chacales
ultrajando el verano.
Mucho menos el hombre violentando
y matando.
Mucho menos el hombre
violentando y matando.
sábado, 11 de enero de 2014
Poseer la ausencia
Me divierto con
neblinas escribiendo historias en la libreta de las fantasías, suponiendo lo
que no es, yendo con el pensamiento hasta lo desconocido. Me entretengo en la
espesura del barro que piso al levantarme jugando una partida de ajedrez que termino
perdiendo, haciendo anotaciones sobre el devenir del destino, rebotando la
gosua en la barda del taller. Apaciguo mis tristezas y alegrías en los corrales
donde hago pastar las emociones. Mis días son calmos después de que por algún
motivo se han desbocado. Son claros como cuando pongo la espalda desnuda al
sol. Son pronunciados y apacibles como si el tiempo se afectara con algún
cuadro de pereza. Entonces me divierto nuevamente con mis cuadernos releyendo
las formas con que he mentido, viendo los dibujos que se han caído de mis manos
cuando estoy inquieto, rezando las oraciones que invento contra santos y demonios. Rescato los proyectos que yacen bajo el polvo
y comienzo a reconocer que en mí germinan racimos de inquietudes. Elijo uno y
voy lejos. Lo agoto hasta saciarme en el. Luego empiezo a descansar pensando en
lo que sigue. Me entretengo con lo que no
sé y abundo en lo que conozco. Las nieblas se espesan y el barro sigue fresco
como dispuesto todo a moldear otro Adán. Esto sólo para sacar de su costado a
la nueva Eva. Los ciclos empiezan a completarse una vez que se han abierto, sin
embargo, a veces necesitan más de una vida para cerrarse. ¿Has estado en el
caos que dota de una nueva esperanza?
¿Te has sentido dueño de nada, precisamente porque lo tienes todo? ¿O has
entendido con precisión que has poseído sólo la ausencia de lo que no tienes?
viernes, 10 de enero de 2014
Ratos de distancia
Hay sirenas de
oficina siendo devoradas por tiburones
de saco y aleta blanca. Hay princesas en camas de alquiler fingiendo gemidos
que el amor no reclama. Hay maldad e injusticia obturando las venas del mundo.
La muerte tiene espejos donde se reflejan los vivos, ahí se ven sus huesos y el
tiempo en que el reloj detendrá su mecanismo. Pero mientras tanto, mientras la
densidad de lo negro amplía sus sombras sobre los seres y las cosas, yo ando a
tientas, entre sábanas, suponiendo un consuelo en la espesura de tus senos.
Cuando te amo no hay sulfatos que ensucien el mundo, no hay venenos que le
quiten la dulzura a tus besos maduros, ni hay tinieblas ni frío entre tus
piernas suaves. Me pierdo de mí porque me abrigas con lo que eres. Y al
perderme me encuentro mejor de lo que era antes, mejor de lo que he sido
siempre. Entonces entiendo que no estoy hecho para estar solo y que aunque ame
mi soledad como se ama a una quimera, mi quintaesencia esta en tu compañía. Persigo
los días en que tu mirada ataja las miradas que arrojo a las cosas y me invitas
a verte de cerca, a los ojos y a tu deseo. Me gusta que me detengas las manos
con que trabajo interrumpiendo mi labor y las deposites urgente sobre la piel
bajo tu falda. Me gusta también cuando me dejas a un lado. Cuando tu interés dejo
de ser yo. Entonces empiezo a verte distante y empiezo a disfrutarte de lejos.
Ya no en tus besos apurados, ya no en la atadura de tus piernas. Ahora te
disfruto con la mirada, me vuelvo cazador de tu andar por casa. Te persigo como
un voyeur amateur y registro en mi mente lo que eres mientras te vistes o desvistes como si yo no estuviera
presente. Luego, después de días, busco la fecha marcada en la agenda con que
me amas. Para ese tiempo ya ansío tus persecuciones, tus asechanzas, la
intención nocturna con que me buscarás después de apagar las luces. Por
supuesto que sólo es cuestión de esperar un poco, de darle tiempo a que las
promesas lleguen, se instalen y ejerzan su voluntad. ¿Has entendido que un rato
en tu cama no es todo para estar contigo? Hay ratos de distancia, de
alejamiento y de ausencia que hacen que el juego del apetito se renueve y
crezca. El amor es una espiral dinámica que no deja de repetirse una y otra vez
con variantes que lo hacen ser siempre diferente. Sin ser rutina, hacer el amor
mil veces con la misma mujer es una aventura de sensibilidad.
jueves, 9 de enero de 2014
La duda es certeza
¿Has vaciado el alma a través de las palabras? Los estandartes que porto últimamente se han desgarrado por el viento, aún así siguen siendo útiles para representarme mientras vuelo. ¿Has volado lejos, sin ataduras, sin alas, con los pies en marcha? Me pongo a sentir lo que sé que soy y me descubro nuevo. Me veo arrogante reflejado en un charco de la calle. El frío entra por las uñas y se incuba con nostalgias que no pasan, que se vuelven el pan mío de cada día. La situación es buena porque crea trascendencia y luz. ¿Has sabido hacia dónde vas, en que tumba le sonreirás a la eternidad, bajo qué tierra verás germinar flores secas? Mientras tanto la sonrisa vive, la conciencia es un papel donde se escribe la vida con signos raros que sólo uno entiende. Existir es una joya que los cerdos muerden sin valorar su brillo. Vivir es un acto personal que cada quien trasciende a partir de su fe y devoción. Nadie está lejos del precipicio, pero todos saben volar a su modo. Mi duda no está en caer profundo, sino en seguir cayendo sin extender las alas. Dudar de todo tiene su certeza pero lleva al caos y al desarraigo espiritual. Es mejor cerrar los ojos y seguir creyendo que las palabras sanan cuando se arrancan desde el rincón donde aún queda algo.
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