jueves, 9 de enero de 2014

La duda es certeza

¿Has vaciado el alma a través de las palabras? Los estandartes que porto últimamente se han desgarrado por el viento, aún así siguen siendo útiles para representarme mientras vuelo. ¿Has volado lejos, sin ataduras, sin alas, con los pies en marcha? Me pongo a sentir lo que sé que soy y me descubro nuevo. Me veo arrogante reflejado en un charco de la calle. El frío entra por las uñas y se incuba con nostalgias que no pasan, que se vuelven el pan mío de cada día. La situación es buena porque crea trascendencia y luz. ¿Has sabido hacia dónde vas, en que tumba le sonreirás a la eternidad, bajo qué tierra verás germinar flores secas? Mientras tanto la sonrisa vive, la conciencia es un papel donde se escribe la vida con signos raros que sólo uno entiende. Existir es una joya que los cerdos muerden sin valorar su brillo. Vivir es un acto personal que cada quien trasciende a partir de su fe y devoción. Nadie está lejos del precipicio, pero todos saben volar a su modo. Mi duda no está en caer profundo, sino en seguir cayendo sin extender las alas. Dudar de todo tiene su certeza pero lleva al caos y al desarraigo espiritual. Es mejor cerrar los ojos y seguir creyendo que las palabras sanan cuando se arrancan desde el rincón donde aún queda algo.

2 comentarios:

  1. No es la duda sino la certeza lo que vuelve locos a los hombres

    Nietzsche.

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  2. Dudar te lleva a suponer mil formas. La certeza mata porque es tajante.

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