Tirando hojas y con lluvia de huracanes llegaste un día muy esperado. Me trajiste sonrisas que quedaron como carcajadas olvidadas. Me dijiste lo que había pasado y concluiste que éramos amigos. Mañana es el último suspiro en este año y te vas dejándome recuerdos, cosas que se me quedan y olvidos superados. Y te espero aquí a ver si me encuentras el próximo cumpleaños.
viernes, 30 de mayo de 2014
jueves, 29 de mayo de 2014
El eco del reflejo
Me gustan las
mujeres, la literatura y la vida, ¿ya lo dije? Ando descalzo sobre el barro que
viene después de la lluvia, soy como el helecho silvestre que aprovecha el sol
que entra por el follaje espeso para sonreír un poco. Me llamo a mí mismo de
varias formas porque conozco los disfraces que uso para inventar sonrisas.
Elevo plegarias al infinito con las homilías de mis rezos personales. Disfruto
los inventos de mayo y las lluvias nacidas cuando el mundo está triste.
Misteriosamente me siento alegre mientras llueve. Aunque me canso de hacer lo
mismo siempre lo disfruto mientras no me
canso. Y cuando me canso me pongo a hacer lo que ya extrañaba hasta cansarme
nuevamente. ¿Te has preguntado si ya te preguntaste algo que te parecía
importante, algo que su solución no está a tu alcance? ¿Has visto de frente
asomarse, coqueto y lánguido, el liguero de una duda que hace densa tu cabeza?
Ya lo dije muchas veces y lo sé, aún así, lo sigo preguntando. Lo que pasa es
que busco un eco, un reflejo de luz donde vea mi rostro de otra manera. Lo que pasa es que el mundo es sordo cuando no hablas su lenguaje.
Cielos sobre mares
Recordar los sueños
es llevar una doble vida. Soñar es un acto de libertad que está lleno de
atrevimiento y poder. ¿Has creído cierto lo que la piel siente cuando sueña?
¿Has encontrado tus fundamentos existenciales en la materia onírica? De día es
necesario abrir la ventana para que se meta el mundo en uno, explotar los
músculos corriendo hasta que el esfuerzo queme, cerrar los ojos, bajar la
respiración y ponerse a recordar lo que se ha vivido y lo que se ha soñado. De
día hay que recordar si fueron sirenas, hadas o mujeres aladas de redondos y
duros senos desnudos las que susurraron en tu oído el secreto de un orgasmo. En
un momento del día hay que buscar un refugio seguro para revivir recuerdos y
rastrear pistas que lleven a entender lo vivido en sueños. ¿Has soñado con
fantasmas o con gente que ya se ha ido? ¿Los has visto como si estuvieran
vivos, con piel lozana como cuando sonreían felices? ¿O los has oído alegres
como cuando te contaban sus sueños? ¿Has soñado que tienes alas y que vuelas
lejos visitando cielos sobre mares, volcanes en islas y lugares que no existen?
No sé que pasa en mí, pero cuando el olor de la tierra mojada por la lluvia se
mete a mis recuerdos y duermo, sueño. Y sueño y despierto todavía de noche o ya
de madrugada, y recuerdo. Y al recordar duplico, de forma distinta, la vida.
martes, 27 de mayo de 2014
Cuando lo ordinario es milagroso
Mayo se va trayendo lluvias y días grises. Se va después de haber germinado nostalgias en los maceteros del corazón. No me canso de escribir que me gusta la noche, el llanto de las nubes y los charcos en las calles donde fueron felices mis infancias perdidas. Me gusta el abandono que queda en las aceras después de la lluvia. Es como si la soledad y la luz de los faroles iniciaran una charla que habla sobre viejas costumbres casi olvidadas. Es como si el viento transparente y húmedo que persigue devorar la aridez de los días no se detuviera a descansar ni un momento No hay nada que me guste más que estar sólo frente a un ventanal mirando y mirando las calles de la ciudad mientras llueve sin contemplaciones y como un acto verdadero y milagroso. Estar así me recuerda lo infinito que es tener anidado en el corazón una nostalgia hambrienta por la eternidad. ¿Te has quedado quieto, con el cuerpo aletargado mientras entiendes el insospechado valor de una mísera molécula de agua y sus efectos radicales en el alma? ¿Te has quedado inmóvil, mientras la quietud te llena de energía derramada por la conciencia de entender la nada? Sal y mira por la ventana. Verás gente y casas y lluvia. Pero más allá, y gracias a la humedad de un estado nostálgico, comprenderás que lo efímero y lánguido de las cosas se torna sobresaliente y milagroso.
domingo, 25 de mayo de 2014
Las cosas que llegan
Las cosas que llegan siempre son nuevas. Van apareciendo súbitamente en las esquinas de la realidad y se van instalando profundamente en el inconsciente. Se tornan en recuerdos inmediatos que comienzan a fluir desde dentro. Es un proceso tan sencillo que parece insignificante. Lo que se ve, lo que se toca, lo que se huele son percepciones inminentes robadas a la materia para hacerlas postales antiguas que se guardan en los archivos de la mente. Primero se vive, luego se transforma la vivencia en recuerdo y finalmente se inunda la realidad con el flujo constante de imágenes del pasado. Todo esto mientras se sigue viviendo. Los recuerdos se almacenan unos sobre otros de forma jerárquica y de acuerdo a la fuerza con que se metieron al interior. De todo lo que llega se guarda un registro, prevaleciendo a la mano lo más significativo, lo que resultó más impactante o lo que apareció deleblemente ante uno, pero que no se fue. ¿Has pensado lo que harías si tuvieras una vida para impresionarte con la realidad, una para recordar las impresiones vividas y una más para recrearte inventivamente a partir de lo recordado? ¿Has pensado quién serías si no recordaras, si tu vida fuera de paso y pasara de largo por no tener memoria? La vida es como salir al campo a cortar olorosas flores silvestres que llevarás a casa. Sin duda que el olor de las flores se marchitará para siempre como un estímulo externo, pero el recuerdo del olor será tu compañía fluyendo en ti perpetuamente. Salgamos, pues, a la realidad llevando en la actitud el oficio de cazador de recuerdos.
viernes, 23 de mayo de 2014
Lo que se deja
Ser conciente de lo que se tiene cuesta trabajo. Pero cuando se logra empieza a emerger un estado de gratitud y de derrame de energías. El aura se vuelve transparente y hasta la voz agria del animal que se lleva dentro se torna melódica y musical. Los cambios que se logran con un solo pensamiento son muchos. La vida emerge nuevamente desnuda y bella, y de esta manera también es posible amarla con certezas. Aún así, los temas de mi interés siguen siendo grises. Me siguen cautivando las tardes plomizas, ventosas y llenas de amenaza de lluvia. Sigo pensando en la muerte como en el final del recorrido, y en la vida como en un juego que se apuesta lo que se tiene respetando lo que se cree. La vida no es un caos. Tiene su sentido y sus ritmos. Tiene orden y está compuesta por leyes universales y por paradigmas individuales. El punto está en descubrirla poco a poco hasta poder observar su desnudez embelesándose en ella. Lo que vale es descubrirla a tiempo para hacerla de uno. Amarla y encariñarse con ella es vital. Pero también se requiere entenderla. Saberla pasajera y fugaz. Así podrá uno saber despedirla en su momento. ¿Has experimentado el apego material a cosas u objetos que realmente te aficionan y luego has podido desprenderte de ellos tirándolos al olvido? ¿Has roto amores importantes, amistades duraderas, relaciones que te han llenado el corazón y el alma? Y después de hacerlo, ¿has continuado tu camino con la vista hacia el frente en busca de nuevos horizontes? La vida tiene sus laberintos y recovecos, y vivirla es mejor empleando trucos, mañas, técnicas y estrategias. ¿Has pensado de qué cargarás tus maletas cuando mueras? El viaje que se emprende al morir no es para llevar, simplemente es para dejar. ¿Has aprendido a desprenderte de lo que ahora tienes?
miércoles, 21 de mayo de 2014
Bocado de alegría
Comer de la alegría del día lleva lejos. Lo vuelve a uno un hombre calmo, distante del bullicio, concentrado en mirar dentro. Me gusta estar metido en la tarde sintiendo el aire que promete la cercanía de la lluvia. Me gusta el plomizo manto del cielo cayendo al meterse el sol. Ante esto no digo nada. Únicamente me reconforto y alzo la mirada distrayéndome del mundo. Hay momentos en que comer de la alegría del día lo vuelve a uno un ser satisfecho y sonriente. Me doy cuenta que los años que se acumulan en el calendario de la vida tienen un efecto sedante en los melancólicos y nostálgicos. Me percato de mi apetito por destinos que imagino sin moverme un metro de donde estoy. ¿Has visto lejos desde el rincón desde el que escribes? ¿Has observado hacia dentro experimentando el flujo lento de tu sangre irrigando las arterias y venas del aquí y del ahora?
martes, 20 de mayo de 2014
Los árboles que entierro
Cargo a cuestas mis sonrisas y mis prosas. Y con ellas me río solo y me mantengo en estado de gracia espiritual suponiendo nuevamente lo que ya sé de cierto. Ando todo el día preguntándome cosas e inventándome respuestas posibles. Camino por senderos ya andados descubriendo detalles en el paisaje. Me caigo de alegría por los 14 árboles que he plantado en los últimos 5 meses en honor a mis años vividos. Me gusta festejarlos poniendo árboles en tierra. ¿Has pensado que una rama de patol que no se entierra muere? El árbol del colorín que como esqueje va a tierra renacerá en ella y crecerá echando raíces. La tierra recibe a los cuerpos muertos para olvidarlos, para descarnarlos y convertirlos en huesos. Bendita sea la tierra que da vida a las ramas amputadas de los árboles. Bendita la naturaleza que tiende a recuperarse de la devastación humana.
sábado, 17 de mayo de 2014
Los hubiera posibles
Son aventuras las andanzas desde el borde de mi cama, alimentados con el flujo de mis recuerdos, con la suficiente inercia del pensamiento. Me desplazo inventando proyectos, suponiendo lo que vendrá y reafirmando lo que ya se ha ido; me desplazo sin moverme articulando pasos que abarcan caminos nuevos. Bienaventurados los viajeros del pensamiento porque de ellos es el reino de las invenciones, de los artilugios inmateriales y de las hechicerías de la mente. Bienaventurados los que no viajan con el pensamiento porque de ellos es el reino material y sus leyes físicas. ¿Te has quedado inmóvil viajando lejos? ¿Has logrado salirte del movimiento de tu cuerpo explorando el caudal de los hubiera posibles?
martes, 13 de mayo de 2014
Pócima de eternidad
Cabalgan las nubes de agua sin cansancio. No caen a tierra porque gobiernan los cielos nostálgicamente. Mientras tanto, la vida continúa haciendo de las suyas. Acumulo días en la cuenta del calendario. Un viejo ciclo se cierra, pero uno más empieza a germinar. Crecen los meses en el reloj de arena. Sé que todavía cuento con promesas venideras, sé que aún veo amplio el camino, y sé que mis ganas de andarlo crecen más con los años. Me siento como un ángel que recién descubre su capacidad de andar después de haber volado toda su vida. Me sé como el buscador de paraísos, como el gambusino que anda tras la veta de oro, como el alquimista que prepara pócimas de eternidad. ¿Has caído en la cuenta del tiempo que se fue? ¿Te has dado cuenta que la grieta por donde se escurre la vida aún no es tan grande como creías?
domingo, 11 de mayo de 2014
Rescatado por las alas
No importan las baldosas rotas en la escalinata que va hacia arriba, ni importan las cornisas flojas desde donde se ve el universo. Lo importante es subir y ver las flores desde la orilla del precipicio. El tropezón es el riesgo de todos los días. Llevar paracaídas no socorre del todo pero da seguridad. Andar a tientas en la noche te lleva a recorrer los laberintos como un ciego. Caminar sin dirección no es penosos cuando al lugar que llegas es un sitio de buenas vistas. Lo vuelvo a decir, no importa el tropezón si se vuela con certeza. No importa la caída desde lo alto o desde lo bajo, lo importante es retar al vuelo y abrir las alas. Atreverse a dar un paso es iniciar el día con la esperanza como bandera en alto. No importa que los días marchiten al calendario año tras año. Lo que vale es la cosecha instantánea y trascendente del tiempo. Y lo que trasciende es lo instantáneo rescatado por la conciencia. ¿Has lubricado tus alas abriéndolas al destino para iniciar vuelos donde el universo se hace grande? ¿Te has atrevido a aletear un poco desde el precipicio hasta tocar cornisa nuevamente? La historia es la misma para todos. Atreverse a volar lejos es condición humana. Los destinos son los que cambian y se multiplican en boletos de viajes circulares, inconclusos o sin regreso. ¿Has volado de noche y con cansancio, convencido de que recibirás el nuevo día desde una colina que representa un nuevo inicio?
sábado, 10 de mayo de 2014
Pintar pasos
Saldré al mundo a pintar pasos, a recorrer las calles, a tatuar caminos. Siempre, desde que recuerdo, me ha gustado salirme del destino y andar con calma. Me gusta ser un vago que va despacio, que se entretiene con lo que está dado, que puede apreciar lo que nadie quiere. Me gusta conducir mis piernas, mis ojos y mis inquietudes entre calles y recuerdos. Me gusta el descubrimiento porque me recuerda lo viejo. El pasado me acompaña y me trae recuerdos de cuando he estado solo. La soledad es la mejor compañía desde dentro. Es silenciosa, se deja besar receptiva y abre recuerdos de postales viejas. A mí me gusta como compañera de viaje. Ya en bicicleta o a pie. Ya en micro o con alas. ¿Te has ido a dar la vuelta contigo mismo, sin molestarte porque la gente te acompaña? Saldré a la calle como un extranjero que sólo tiene el barrio para hacer turismo.
Bajo el signo de saberse extraño
Mayo tiene sus sombras blancas, ojos castaños, manchas en la piel y figura de madre lactante. Me alimento de mayo como un hambriento de sucesos y de inventorios. Me muevo sabiendo que me quedaré quieto. Llego lejos aún sin levantarme de la cama. Mayo es el autobús donde subo mis pies para transportarme. Me gusta el silencio que no se rompe, la madrugada que extiende su inmortalidad, la lluvia que se hace oler desde las nubes. Me siento cauto con lo que tengo a la mano, y si aspiro a más es porque la voz de mayo me susurra bonanzas. Me dice que puedo tener más hambre de todo porque el desayuno se servirá temprano y las cenas llegarán sin detenciones. Me explica que los regalos están envueltos y que puedo abrirlos antes de tiempo. Me dice que me sirva solo de la mesa que rebosa generosa. ¿Has llegado al mundo en mayo, cuando los pechos maternos del destino contienen la leche que beberás sediento? ¿Has nacido en mayo, bajo el signo de saberte extraño, complejo, apenas un poco distante de la existencia de las drosófilas?
viernes, 9 de mayo de 2014
Sobre los gatos que alimento
Me entretengo en labrar mis cosas, tejer el tiempo, tallar los días, dibujar mis sueños. Ocupo las horas entre pensamientos que son dudas y certezas. Deambulo por las noches viendo por la ventana si lloverá de madrugada. Me he vuelto como los gatos que alimento, todo un lector de los movimientos en mi interior. Callo y me hablo en silencio a través de una charla mental con temas viejos. Me cuento a mí mismo sobre el tiempo mar adentro y disfruto que ahí siempre llueve y es frío y melancólico. Ayuno de toda noticia que salga de la boca de los televisores, comulgo con lo que entiendo al ver el mundo y apoyo ciegamente las nociones que tengo de la existencia. ¿Has entendido que así como hay verdades que te llevarán lejos también hay otras que te harán tropezar en el camino? ¿Has visto, cuando la tela que cubre el verdadero rostro de las cosas cae, las sonrisas que van sin dientes o las alegrías que no prosperan? ¿Has encontrado que lo más sencillo es aquello que está oculto a los ojos de todos?
jueves, 8 de mayo de 2014
Como el llanto de la lluvia
miércoles, 7 de mayo de 2014
El pequeño empeño
domingo, 4 de mayo de 2014
El cuadro en la pared
Anoto cada día garabatos en el aire, lleno de invenciones de humo mi pensamiento ocioso, escribo en las libretas que colecciono. Voy y vengo. Inicio y termino con mis búsquedas interiores. No ceso de suponer lo que sería de mí si fuera eterno, si viviera para siempre, si bebiera de la inmortalidad. Ando con pasos descalzos dejando huellas en mi destino, que luego rastreo para recordar un poco lo que he sido. Miro hacia adelante, hacia el horizonte que nunca alcanzaré y me empeño en avanzar aspirando a nuevas esperanzas. Me entretengo con las letras que escribo sin saber lo que escribo, luego las leo como si no fueran mías y entiendo cosas que se salieron por la comisura de mi alma o que se escaparon de los sótanos donde guardo un historial de caos. Y entiendo entonces lo que quiero decir desde dentro. Me doy cuenta que pueden romper sus grilletes las voces que escriben canciones y cantan literaturizando sentimientos y saberes. ¿Has oído atentamente lo que emana de ti, apagando un poco los estímulos del exterior? ¿Has escuchado esa ronca, aguda o tierna voz que dice con palabras espontáneas lo que dices cuando escribes cualquier cosa? Dentro de uno hay una emisora de noticias personales, un cuadro en la pared donde uno mismo refleja lo que es, un diario de escritura lleno de garabatos e invenciones.
sábado, 3 de mayo de 2014
Mar de arenas movedizas
Ando entre días con el germen de la certeza. Me entretengo estando solo jugando con el pensamiento. Me alejo de la gente y encuentro mi propia marea de soledades donde nado conmigo mismo. Registro los nuevos avances de las lecturas que hago del pasado y concluyo que son granos de arena de una playa que está en formación. Contabilizo mis posesiones y trato de catalogar las más valiosas de ellas. Me doy cuenta que de los objetos que tengo es fácil desprenderme sin sentir abandono. Sin embargo, no puedo dejar la fluidez de mis pensamientos, las charlas personales haciendo eco en mi interior. No puedo abandonar mis creencias y actitudes, las certezas con que amanezco y sueño, las dudas sin piel que besan mis labios con deseo. No encuentro la manera de desprenderme de lo que se fue, ni el secreto de no anticiparme a lo que no ha sido. Ante esto, me gusta mi condición de náufrago de mí mismo, el sentido de perennidad ante la vida, el agarre insensato que tengo con lo infinito y eterno. ¿Has comido del pan prohibido que te hace soñar lo que nunca vendrá? ¿Te has deleitado cantando letras que dicen desde muy adentro lo que no quieres decir?
El regreso de mayo
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