sábado, 19 de octubre de 2013

Los aparentes imperecederos

Como cada día  la aventura se abre como posibilidad infinita andando por caminos limitados. Las razones siguen siendo las mismas, pero los sentidos ofrecen una percepción diferente. Más cosas se añaden a lo ya acumulado: saberes, sentires, haceres y suposiciones. El corazón del hombre parece ser una vasija de obsidiana que resguarda lo valioso y desecha lo trivial y pasajero. Pero si la existencia es tan efímera como el pensamiento deduce,  ¿por qué lo volátil y fugaz pretende llenarse de bienes? ¿Has respondido con negaciones cuando la vida te ofrece acumular cosas, objetos, pretensiones, esperanzas? ¿Has evadido guardarte en los bolsillos las más frescas ambiciones sobre el presente y porvenir? Sólo los imperecederos podrían tener la idea certera de acumular bienes para su uso prospectivo. Sin embargo, es la biología quien nos miente. Nos engaña con la orden de tener sólo como una indicación de supervivencia inmediata. Sobrevivir para siempre no es posible, pero se da en el pensamiento, en la creencia que supone que a la gloria se llevan maletas cargadas de lo que se fue. El engaño no es divino, sino natural. Así es que resguarda tesoros, acumula victorias, embolsa y empaqueta recuerdos. ¿Has dudado de que los usarás algún día o has tenido la certeza de que así será? Es mejor vivir creyendo lo mejor.

martes, 15 de octubre de 2013

Tiempos conjugados

La bruma cae azul cobalto. Desde el galope del caballo de agua, la bruma cae. Se humedece el mundo del alma cuando veo llover sobre las calles del barrio. En la madrugada se vuelve intenso el flujo ininterrumpido de recuerdos. Lo que fue sigue siendo en una nueva versión de lo vivido. Nunca deja de existir el ayer porque aparece de tiempo en tiempo cubriéndose el rostro con el ahora. Lo que fue tiene la capacidad de colmarle a uno desde dentro y derramarlo con consecuencias existenciales. ¿No has sentido que, si los tienes, los años vividos sirven para que la vida se extienda como una enredadera sobre el instantáneo presente? ¿No has notado que no se puede dejar de vivir un segundo porque aunque te quedes quieto, movido sólo por las funciones vitales de la respiración,  la cosecha de los recuerdos se torna perpetua y mama vigorosa de la misma ubre del presente? El aquí y el ahora deja de ser sólo un momento y se transforma en una acumulación de visiones en tiempos conjugados.

domingo, 13 de octubre de 2013

Agua necia en el corazón

Para que no pesen al andar con ellos hay que sepultar a los propios muertos bajo la tierra que se arrincona en el corazón. Para no cargar de más lo que ya pesa es necesario hacerlo propio como si no pesara. Cuando el camino va lejos a veces ni la mirada alcanza para ver su fin. Cuando el camino se ve corto es mejor hacerse ciego y andar despacio. No se puede vivir separando lo que se lleva dentro. ¿Has querido desmontar tu esqueleto para andar ligero? ¿Sacar a pasar tus perros exponiéndote a una mordida artera? ¿Iniciar el ascenso a un nuevo escalón sin equipaje? El animal que llevo dentro son animales de muchas caras. Algunos sonríen cuando, entre miedos, los alimento, los someto o engrandezco. Algunos otros sólo gruñen mientras me miran sabiendo que no le temo. Hay que poner en los altares lo que es divino, colocar en tierra lo pasajero y suponer perfecto lo que nunca ha sido. Para que nadie escuche y sea sólo un secreto hay que gritarle a todos que se carga un bulto, que se anda descalzo o que se va sin rumbo. Sólo así la gente sabrá que se ha mentido en defensa propia, sólo así bajarán las aguas cuando el corazón se ahoga entre necedades, sólo así podrá uno hacerse cargo de andar llevando el peso extra al cargar sus muertos.

viernes, 5 de abril de 2013

El útero que da la vida.

Bajar la mano hasta el útero que da la vida. Andar a pasos de corazón trastabillando entre adoquines. Abrir la ventana del sótano sólo con la esperanza de sentir una ventisca que refresque con sugerencias de atrevimiento. La lluvia conformándose en charcos, escurriendo calle abajo, llegando hasta la profunda garganta de la alcantarilla. Y ese nombre que llevas es tu identidad falsa, la mejor cara con la que transitas en las noches, el trofeo que te cedió la existencia por incumplimientos. Cualquier motor desbielado funciona mejor que la vida emocional de mis recuerdos. El caos es la teta de donde se alimenta el universo. ¿Has caminado en tinieblas cuando deseas escribir con la sonrisa del alma hecha una espiral? ¿Has documentado tu vida vaciando textos en un cuaderno? ¿Has llegado lejos dando un paso sobre tu espalda? Los universos son tan cortos con una mirada ciega, tan vastos cuando son imaginados y tan inabarcables cuando son vividos al paso lento de los días. El útero lleno que da la vida, el seno vivo que la alimenta, el hueso, articulado al esqueleto, que la transporta, que le da alas al movimiento. Se trata de llegar lejos, de percibir que la ruta es amplia, de saber que se puede andar. Se trata de saber ir dejándose llevar. 

martes, 8 de enero de 2013

Trago de cobre

En esencia la vida es aceptar lo que se ha vivido desprendiéndose de la piel con que se ha sentido. Es la infinita renuncia. El trago de cobre que amargo baja por los recuerdos. Es aceptar. Despedirse. Dejar fluir en ligeros fragmentos lo que se atesoró con codicia. Es que ya no importe lo que antes valía. Es el cambio de brillos que van de lo luminoso a lo opaco y de lo poco claro a la sombra obscura. ¿Has sabido la alegría queda después de todo, cuando todo se va, cuando todo es desprendimiento y sólo queda lo que trasciende en el instante?  ¿Sabes de algo que valga más que la conciencia de justificarse existencialmente? En tragos de cobre me entero de lo que soy, de lo que he sido, de lo que seguiré siendo. 

domingo, 6 de enero de 2013

Perder el tiempo.

Entre las piernas tibias de un sueño me echo a imaginar devenires. Supongo actividades desbocadas simplemente con el pensamiento ordenado, bocanadas de mar mientras navego en las lágrimas que deja una corta alegría, atragantamientos a la hora de abrirle el paso a mis pasiones. Los devenires de la existencia se abren camino con la vocación del que camina. ¿Hacia donde has ido cuando estás quieto? ¿Hasta donde has llegado sentado en compañía del pensamiento o llevando a las palabras de muleta? Perder el tiempo pensando en lo que sucede dentro es tan valioso como perder el tiempo por perderlo. No hay garantía de que el tiempo sea provechoso más allá del instante en que se vive.  

sábado, 5 de enero de 2013

Distante la esperanza

Es llevarla en el bolsillo para ir de compras sin llevar dinero. Es la compañía del guardián que programa los edictos personales de la tarde. Es un soplo que alarga una mirada y una sonrisa. Me descubro llegando a tiempo a mis letras digitales. Hace tanto que dejé de decir mi nombre que ahora me sorprendo de escribirme desde temprano. Hace días y meses que con minúsculas escribí lo que llevo dentro. Hace horas y minutos que encontré, columpiándose entre recuerdos y esperanzas, una idea alternativa a lo que viene después de la muerte. Primero, hace mucho, cuando mis creencias sentían a Dios, pensaba en la inmortalidad del alma. Después, también hace mucho, me enteré (no porque me lo dijeran de golpe y sopetón) armando piezas de sentires y saberes, de análisis, suposiciones e intuiciones que la vida la otorga el organismo sin soplo de Dios y sin esperanza de trascender. Mis ilusiones se centraron en la salvación de la persona a través de tener conciencia de la trascendencia instantánea, del goce estético, de la alegría por vivir, de la impactante presencia del arte y la ciencia y de la justificación existencial en el perpetuo fluir de la vida. Y ahora, hace días, pensé en una opción donde después de la muerte no sobrevive ni el alma ni el cuerpo. ¿Has sentido distante la esperanza, cortos los pensamientos para alcanzar una idea, mínimos los recursos para suponer algo consistente.

viernes, 4 de enero de 2013

Más lejos no llegarás

El giro diario no se detiene. Va más allá de los sentidos, supera las emociones y se frena (sin detenerse totalmente) ante la persistencia de los pensamientos. Quien piensa decide recrearse a sí mismo y a su mundo improvisado. Quien tiene pensamientos sólo se deja llevar por un flujo magnético de imágenes desbocadas. Ingrato aquel que decide suprimirse a sí mismo no pensando los por qués de los filos de sus nombres. Sofisticado quien acude puntual a la misa donde se leen homilías personales y se pregonan las verdades y los vicios. Hoy soy un pedazo de tiempo en un jarrón de agua dulce. Soy la barca donde me atrevo a zarpar con luz de día. Soy también la esperanza en una flama de cerilla que arropo entre mis manos mientras enfrento la efervescencia de los vientos. Voy y vago en este giro que no se detiene. Pienso y soy nido de pensamientos. Ando en la calle entre tardes que sonríen con dientes de plomo mientras hacen buches de aguaceros. No dejo pasar mis pies en vano. Les pregunto por qué continúan si ya saben que el callejón no los dejará ir lejos. Me responden que así es el camino, que lo que vale es transitar y moverse porque los destinos son los medios para no llegar a ningún lado. ¿Has vivido con el pie puesto en marcha sabiendo que lo más lejos que llegarás no es más distante que el diámetro de tu cintura? ¿Has ido de la mano del tiempo susurrándole un escape, un pasadizo que conduzca al verdadero viaje, al movimiento inagotable que  te lleva a alguna parte mientras te grita "Más lejos no llegarás"?