lunes, 27 de enero de 2014

Con otro nombre

¿Con qué fuerza es necesario sostener el pasado para que sus fauces no hagan daño en el presente? Hay mares donde me entrego a nadar entre recuerdos. Hay oleajes que me sumergen entre espumosas postales antiguas. El pasado no tiene remedio, pero tiene toxinas que actualizan la matanza. Mi canto no es de angustia, es señal de que he visto la cara del destino arrastrando su equipaje. Que mis palabras no se entiendan como llanto ya que sólo hablan de los días en que se ha llorado, y sólo extrañan lo que ha partido. Que no se malinterprete la nostalgia que me abastece el alma. Lo que pasa es que, aún sin quererlo, se queda lo que ya se fue. Permanece lo fugaz. La vivencia se encapricha en ocupar lo que está por inventarse. Que no se suponga que en fondo la vida está perdida. Lo que pasa es que fluye hacia una identidad con otro nombre.

2 comentarios:

  1. Cuando el equipaje pesa es necesario compartirlo. Pero encontrar a alguien que lo haga es difícil. ¿Quién entenderá la densidad del peso que se carga si se está acostumbrado a viajar ligero, nadando en la superficialidad del tiempo?

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  2. Se comparte en el alma y con la gente que vive ahí.

    Pero siempre es mejor cargarlo solo, sin bastón, sin muletas, sin llantitas.

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