jueves, 17 de febrero de 2011

La muerte prematura

El miedo a la vida es una muerte anticipada y mata más que la muerte verdadera. Vivir con miedo es no querer ser derrotado evitando combates cotidianos: como lo es la entrega del alma en una aventura, o meter las manos en en el fuego de un amor pasajero. El amor a vivir es la mordida persistente de un perro desdentado, es anatema a la alegría, un río de secos abrevaderos. ¿Te has detenido a la orilla de un acantilado renunciando a arrojarte en él volando con tus propias alas? ¿Te has bajado del autobús amedrentado de seguir el viaje? ¿Duermes con la muleta al lado derecho de tu cabecera anticipándote a una fractura dolorosa? ¿Bajo tu cama hay bolsas de aire previendo una caída de las nubes? Vive sin miedo, de lo contrario vivirás una muerte prematura?

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