lunes, 13 de octubre de 2014

Los locos de mi jaula

Los locos de mi jaula están en paz. Beben la pulpa madura del día y gobiernan mis diferentes pensamientos cuando duermo. Les gusta divertirse con mis recuerdos y se atreven a opinar sobre mis decisiones. A veces toman el mando de lo que creo y se entercan suponiendo verdades que no llegan. Esos locos tienen sus razones para estar atados en el interior de mi jaula. Ocupan un pequeño espacio entre barrotes y sólo huyen de ellos cuando un motivo los llama fuera. Entonces salen a tomar el sol para expresar sus saberes. Entonces pintan los muros exteriores con sus lemas favoritos, rompen escaparates de cristal sólo por ser asiduos al sonido de la muerte al caer, inventan paraderos en dónde estacionar sus dudas. Mis locos vuelven a casa después de asomarse a la calle con un grito, un suspiro o un atrevimiento. Ahí permanecen mientras yo tomo el control y hago las cosas que me gustan. Y mientras leo, escribo o juego, ellos me observan y hacen sus anotaciones en cuadernos secretos que ocultan lejos de mis ojos. ¿Has sabido entender a esos locos que representan las emociones y que todos llevamos dentro? ¿Has entendido el lenguaje de cada uno descifrando su existencia en ti?

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