Te acompaño a todas horas, a cada minuto y a cada instante. Soy etéreo pero te necesito para dar los pasos de siempre por la ciudad que amo. ¿Soy de gas, de humo, acaso un suspiro, dicen, de Dios? Soy lo que te necesita para poder mirar el movimiento incesante de las cosas que la calle ofrece en cada esquina y en la danza de cada persona inventando el mundo. No me basta con ser lo que soy porque te necesito para percibir la tersura de un beso y la necia agriedad, al mismo tiempo necia y precisa de un tinto envinagrado. Pedazo de cuerpo que no me dejarás hasta morirme.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Cómplice de mis sueños.
ResponderEliminarY no esta a todas horas, solo cuando duermo.
Agua y sed.
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=4q5J0T5Occ87