jueves, 16 de marzo de 2017

No sé tu piel

Me gusta el calor negro de tu pelo y su negro color cuando yace yerto sobre la almohada. Me gustan tus ojos alborotados de azucenas, el nacimiento turgente del amor en tus senos, la magia que sonríe cada vez que me miras mágicamente. Me encanta el talle que tienes al volar como hada, las largas piernas de sirena impulsando tus caderas. Me pongo tonto cuando me sabes conquistar, cuando me preguntas afirmando que soy tu necesidad, cuando aciertas a mover en mí los resortes que me impulsan hacia ti. No puedo dejar de estar a tu lado cuando borras las distancias abismales de tu boca a mi aliento y de mi beso al tuyo. Me pongo como un gato y ronroneo sin cadena cada vez que me haces creer que te tengo acorralada en el rincón más puro de mis brazos. No entiendo por qué la necesidad de quererte la tengo tan arraigada en mis manos que se me queman siempre al tocar tu piel,.No sé por qué en mi boca, al beberte como si fueras champagne que escurre por tus labios, me queda el sabor del caos y un entendimiento entercado de lo que es la existencia, como el sabor del vacío que lo contiene todo o como una verdad que perdura una infinitud de ciclos. Quisiera quedarme quieto cuando te amo y ver únicamente el fuego en tus ojos. Pero se me olvida el tiempo bajo el hechizo de tus suaves muslos. Quisiera sólo verte cuando te amo. Pero no puedo porque también escucho el ruido ácido y la textura informe de mi conciencia al quererte. No sé tu piel. Pero la mía habla, susurrando un canto, una palabra que dice mucho. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario