martes, 30 de diciembre de 2014

La seducción y el reto

Me gusta el fin de año porque correteo el tiempo, apurándolo para verlo renacer. ¿Has hecho tu lista de propósitos inminentes, o has caído en la decrepitud moral de decir "qué sentido tiene hacerlos si no los voy a cumplir"? El reloj se abre con enormes posibilidades. El porvenir se instalará en el próximo futuro y tomará la piel de un presente insospechado. Lo he dicho ya aquí en este tiradero de palabras: si hablo de la tristeza no es porque tenga el corazón triste, y si hablo del llanto y de la muerte no es porque esté llorando o esté de luto. Simplemente me gustan los temas obscuros donde las cosas emplean distintos antifaces para aparentar nuevos rostros. Me gusta la alegría y la satisfacción que queda al estar en busca de ella de forma permanente. Me gusta la felicidad cuando llega escasamente a los poros de la piel del corazón. Amo lo que tengo y tengo el vicio de ver más lo que está a mi lado que lo que me hace falta. He aprendido a tener lo que no poseo y a poseer intensamente lo que me pertenece. Voy de paso pero lleno el equipaje con libros y cuadernos, con postales que yo invento y con amores de paso que pasaron. Me quedo al lado de los míos ofreciendo el abrazo que protege y la mano que acompaña durante el viaje. Abro mis pasos a la calle y me pierdo en la espesura de la ciudad que ando. Aprecio la fauna urbana con sus seres misteriosos que levitan entre callejones y vecindades. Retrato a diario los rostros de posibles amigos, todos ellos desconocidos que me encuentro en las multitudes y en las esquinas. Justifico mi vida diciendo que he vivido a lo largo de esas filas interminables donde la gente se forma para hacer un trámite cotidiano, para pagar un servicio, una multa o para identificar el rostro sin vida de algún desconocido. También la justifico diciendo que he sentido desde la pequeña e insignificante sonrisa del tiempo detenido, hasta la grandeza superlativa de haber aprendido una palabra nueva. ¿Has empezado a atreverte prometiéndote a ti mismo lo que no estás dispuesto a cumplir, o estás en la disposición de retarte nuevamente con aventuras que seducen?

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