martes, 3 de agosto de 2010

El giro correcto del engrane

Existen pasiones devoradoras que conducen a recorrer los caminos ya andados una y otra vez. Es la repetición constante de un mismo movimiento lo que sorprende que no canse. La respuesta está en el giro correcto del engrane de la motivación. ¿Te has enterado de las cosas que haces mil veces en la vida, y que después de hacerlas, después del descanso y del acomodamiento, te surge nuevamente la necesidad de repetirlas? ¿Te has percatado de la enorme distancia que recorres hasta los puertos donde llegas después de zarpar desde tu cama cada vez que lo deseas? Las pasiones son ramilletes de compuestos febriles que riegan el interior del cuerpo con sustancias químicas para el buen estado del alma. Una buena pasión es suficiente para ascender hasta cielos conocidos y regresar a tierra satisfecho de practicar las bondades del vuelo. ¿Qué pasiones tienes en los bolsillos que nadie conoce, que son privadas, que te pertenecen en toda dimensión y que ni siquiera se pueden compartir con la palabra? ¿Qué pasiones (ya vicios o virtudes) te evidencian ante los ojos de los demás, algunas devastadoras, inconfesables pero evidentes, definitivamente inalcanzables? Haz tu lista y con un par que tengas anotadas sabrás que la pasión es el motor de tu vida en la promiscua búsqueda de la justificación existencial que se da de tiempo en tiempo.

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