martes, 15 de junio de 2010

Titubeos

Tan sólo por existir y andar a diario la piel se fragmenta y se cae arrastrada por la lengua rocosa de la vida. La herida del lado izquierdo, la que recuerda incesantemente que no respondiste al llamado de ser un sustituto de tus promesas, no puede cicatrizar porque sufre de fibromas prematuros. Tan sólo por existir e ir a diario derramando improvisadas defensas contra el olvido los oídos se percatan del desdoblamiento de las cosas. ¿O acaso piensas que la realidad es como la ves? Tan sólo por existir y cautivar el pulso con que el corazón fecunda las venas y los tejidos los titubeos que tiene la palabra a la hora de explicar la cantera de donde salió el pensamiento humano son como hierba delgada al viento. ¿O piensas que son sagrados los huesos que dan sosten a tus pasos?

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