miércoles, 16 de junio de 2010

Quitarse el corazón

Te quitas el corazón...
...cuando dejas colgadas (en los ganchos del ropero o sobre las sillas del comedor) las pasiones innavegables, los vicios postergados y la adicción pura y natural a la tristeza clandestina, y sales al mundo donde el viento sopla con olor a tierra mojada, y abres el tacto que la vista tiene ante el sabor nuevo de una mujer hermosa.
Te quitas el corazón...
...cuando abonas a los días de tedio un descanso improvisado, y apuestas tu vida a que el amor es múltiplo de Dios.
Te quitas el corazón...
...cuando has caído seducido como un halcón que come carne roja de cautiverio y sorprendentemente su garra deja de apretar con muerte lo que antes aniquilaba.

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