lunes, 5 de enero de 2015

Aeroplano de paja

Arrojo a las aguas mi navío de piedra. Pongo en alto las velas que darán energía a mi movimiento. Construyo un mapa con propias suposiciones y armado de un astrolabio y de mi ciencia de comprensión de las estrellas parto con ímpetu hacia mar abierto. Instalo en lo alto de mis sueños el aeroplano de paja que construí con saliva emergida de los labios de la vida. Coloco en alto un trozo de manta donde vive un cráneo blanqueado en la alegría, símbolo de mi condición de pirata constructor de libretas llenas de elegías. Tomo impulso desde la azotea más alta del vecindario y, evitando cables eléctricos y postes telefónicos, me lanzo al abismo urbano en busca de seguir soñando despierto. Sepulto mis fracasos bajo la tierna tierra del destino y como un topo construyo cavernas e intrincados túneles que retratan los pasajes intransitados de los laberintos de mi mente. ¿Has imaginado que los muertos son náufragos del tiempo viajando en un sarcófago que los conduce a un viaje a la transformación? Pero, ¿en qué se transforman mientras la profundidad de la tierra los devora hacia la obscuridad? Prefiero volar en mi aeroplano de paja naufragando entre nubes y eternos cielos inabarcables que quedarme de pie contemplando la gravidez de los dogmas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario