lunes, 5 de diciembre de 2011

Conteos

Cuento los versos negros hechos en marea baja, la sonrisa hacia abajo derramada hace dos lutos, un centenar de sueños nacidos en las alas de mis ilusiones, tres deudas pendientes con el amor, el abandono de la aventura cuando se volvía peligrosa. Cuento lo que está por venir y lo que ya nació. Cuento por decenas los besos olvidados, los números telefónicos del desamor, la necesidad que tengo de contar todo. Cuando salgo a la calle cuento el vaivén de las caderas de las mujeres que pasan, y cuento los ojos que no me miran, los pequeños olvidos de mi memoria, la sarna que me queda después de bañarme con la agriedad del mundo. ¿Has estado en el diván explicando con premura que la vida te ha colgado una sepultura, una mueca fallida, el telón que no ha caído?

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