jueves, 17 de abril de 2014

Del fajo sobre el escritorio

Hay un altero de posibilidades de vida sobre mi escritorio. Tomo una y la hojeo como si fuera un libro sin leer. Me detengo entre sus párrafos y entre líneas descubro los talentos que tiene. La veo como la fórmula pendiente de algo en potencia. Es en realidad lo que puede ser, lo que tiene la oportunidad de convertirse en real. La vida en sus fundamentos es siempre lo mismo: la posibilidad de dar un paso hacia adelante buscándole un sentido. Soy un tipo duro porque puedo desprenderme de las cosas que poseo. Soy un bárbaro sensible que disfruta del candor de una mirada, de la imagen en la noche de una luna sin fronteras, de los abultados callos que me crecen por andar descalzo. Soy sólo un corazón que late al leer el altero de posibilidades que tengo para acercarme a lo que soy en mí siendo yo mismo. ¿Has tomado del fajo sobre tu escritorio la posibilidad de una aventura hacia el interior del sentimiento? ¿Te has conformado con ser lo que arrastras a diario y que siempre has sido?

2 comentarios:

  1. A ciencia cierta no se puede llamar conformismo cuando te inventas cada día y sacas adelante los quehaceres que la vida te pone. Sería como decir que todos los días son iguales y eso es imposible, no por que se les nombre de la misma manera toda la semana significa que transcurren idénticos segundo a segundo.

    Creo que hay todo tipo de personas, por ejemplo: los apasionados aquellos que se emocionan de sobre manera hasta por que las alas de una mosca brillan ante e reflejo de los rayos del sol. Por otro lado están los reflexivos, aquellos que no desperdician por ninguna razón cada una de las actividades que el día les ofrece, son avaros y codiciosos del tiempo y del espacio. Por ultimo estamos los pasivos, los que sin prisa y sin angustia vemos pasar con calma los días y los actos que nos llevarán en algún momento a un encuentro con lo inesperado o sorpresivo, solo es cuestión de tener los ojos bien abiertos para captar y vivir esos momentos.

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  2. Yo soy un apasionado, porque es en la pasión donde me encuentro motivado para seguir mis propios pasos. También soy reflexivo.
    Soy cíclico y me muevo en espirales.

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