¿Leyendo esto muestras tu mejor sonrisa? ¿O la tienes reservada para cuando quieres quedar bien con alguien? ¿Te has fijado que lo mejor siempre es para otros y pocas veces para uno mismo? ¿Para quién reservas el mejor saludo, el buen apretón de manos, el afectivo abrazo? ¿Acaso lo tienes reservado al tedio, prometido a tus propios huesos, encomendado a las tristezas?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario